martes, 4 de enero de 2011

De Lao Tse

La vida es una salida, y la muerte una entrada.
Tres de cada diez son amigos de la vida.
Tres de cada diez son amigos de la muerte.
Tres también de cada diez son los que mientras viven, se acercan a la muerte.
¿A que se debe eso?
A que pretenden aumentar su vida.

He oído decir que el que sabe vivir camina por el mundo
sin tropezar ni con rinocerontes ni con tigres.
Atraviesa por mitad del ejército sin esquivar las armas ni los carros de combate.
En él, el rinoceronte no halla nada donde clavar su cuerno.
Ni el tigre donde hundir sus garras.
El arma no halla nada que reciba su corte.
¿Por qué?
Porque no tiene ningún punto débil,
ningún punto que pueda ser presa de la muerte.


Vivir es llegar y morir es volver.
Tres hombres de cada diez caminan hacia la vida.
Tres hombres de cada diez caminan hacia la muerte.
Tres hombres de cada diez mueren en el ansia de vivir.
¿Cómo puede sobrevivir el décimo hombre?

He oído decir que quien sabe cuidarse
viaja sin temor al rinoceronte,
ni al tigre,
y va desarmado al combate.

El rinoceronte no encuentra donde hincarle el cuerno,
ni el tigre donde clavarle su garra,
ni el arma donde hundir su filo.
¿Por qué?
Porque en él nada puede morir.

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